- Es una proteína no tóxica que se inyecta en el rostro relajando los músculos faciales, se inyecta en pequeñas dosis donde existen arrugas de expresión como entrecejo, frente o patas de gallo; logrando así atenuarlas y prevenir la formación de nuevas arrugas.
- Se utiliza para eliminar arrugas y líneas de expresión facial, así como para tratar padecimientos de salud como la migraña, sudoración excesiva, contracciones musculares involuntarias (distonía cervical), contracciones en el párpado (blefaroespasmo), incontinencia urinaria, neuralgia post herpética, entre otras.
- Los lugares más frecuentemente tratados y con mejores resultados son las líneas que vemos en el entrecejo, en la frente y las que se forman alrededor de los ojos, también llamadas “patas de gallo”; en algunas personas se puede aplicar también en el cuello.
¿Cómo actúa el botox en el paciente?
En primer lugar, para entender cómo actúa el botox en el paciente, debemos identificar los dos tiempos de arrugas:
- Estáticas: las que se producen por el propio descolgamiento de los tejidos y la pérdida de colágeno. La mímica facial condiciona sus cambios pero no las hace menos visibles.
- Dinámicas: las que son consecuencia del movimiento repetitivo. La mímica facial las hace más o menos visibles, por lo que son menos visibles si hay una expresión facial relajada.
Es sobre las dinámicas que actúa la toxina botulínica. Si paralizamos en mayor o menor medida la actividad de ciertos músculos, limitamos también la mímica facial repetida y la formación e identificación de las arrugas dinámicas o «de expresión».
«Si se utiliza el bótox correctamente, el paciente puede seguir expresándose con naturalidad pero de forma menos intensa y forzada, con lo que prevendrá que la piel se arrugue. El bótox hará que las arrugas de expresión no vayan a más y se suavicen poco a poco, ya que el paciente tendrá una expresión más relajada.