Qué es el HIFU
El HIFU, al igual que la ultracavitación, funciona por ultrasonido, pero a diferencia de la anterior, los ultrasonidos son focalizados en la zona a tratar lo que permite una eficacia directa sobre el problema. Podríamos decir que actúa como una lupa frente a los rayos solares. Esto es, actúa en profundidad y de forma selectiva en las capas más profundas de la piel, dejando intactas las partes más superficiales. Esto hace del HIFU una técnica muy segura, sin riesgo de lesiones en la piel y que además, puede ser aplicada en cualquier época del año.
Aplicamos sobre la zona a tratar ultrasonidos, o dicho de otro modo, vibraciones sonoras superiores a 16.000Hz. Se produce una contracción inmediata de la piel gracias a la reestructuración de proteínas concretamente, del colágeno, elastina y neocolagénesis.
A medio plazo, el HIFU estimula los fibroblastos (encargados de producir el colágeno en las células), trabajando así sobre todos los niveles de la piel: epidermis, dermis profunda y SMAS (Superficial Muscular Aponeurotic System), siendo esta última estructura de vital importancia en la arquitectura facial.
¿El resultado? Una piel más tersa, elástica y firme.
El HIFU mejora los signos del envejecimiento facial y mantiene la piel joven.
Se recomienda para tratar la flacidez facial (efecto lifting), piel facial apagada, áspera y sin tersura (efecto skin tightening). También para tratar las arrugas y pliegues faciales, flacidez de cuello.
También tiene muy buenos resultados en la disminución de la papada, aumento de pómulos y elevación de las cejas.
Por último, también se recomienda en ciertos tratamientos corporales reafirmantes como la flacidez de la cara interna del muslo, de los brazos.
Una de las principales ventajas del HIFU frente a otras técnicas con efectos similares que es no requiere de cirugía.
Durante la sesión, lo único que sentirás es un ligero calor en la zona en que aplica el HIFU, en ningún caso dolor.
Otra de las ventajas: No existe ningún tipo de efecto secundario, por lo que tras la sesión el paciente podrá hacer su vida normal.
El HIFU puede aplicarse a cualquier persona con cualquier tipo de piel.
Aunque no es recomendable en los siguientes casos:
AAPE por sus siglas en inglés significa Extractos Proteicos Avanzados derivados de Células Madre.
Es un producto biotecnológico, con alto perfil de seguridad, utilizado a nivel mundial, que combina más de 300 factores de crecimiento específicos, seleccionados y purificados secretados por células madre, colágeno y antioxidantes para estimular la reparación y revitalización de la piel y el cabello.
AAPE es desarrollado por POSTEMICS laboratorio líder en BIO Ingeniería Coreana con más de 10 años de investigación y evidencia clínica comprobada.
El AAPE (Extractos proteicos avanzados de tejido adiposo humano) es una gran novedad de bioingeniería para una mejoría global de la piel.
¿Para qué se usa el AAPE?
Tiene un efecto potente antiarrugas, antioxidante, despigmentante y de crecimiento de pelo. Los beneficios observados en la piel en la que se aplica se traducen en: aminoramiento pronunciado de arrugas, revitalización y turgencia de la superficie cutánea y efecto despigmentante muy útil en manchas post inflamatorias (por quemadura, picadura u otra lesión en la piel) y melasma (paño).
¿Qué es lo que contiene el AAPE?
Más de 800 de tipos de proteínas humanas derivadas de las células madre que contiene AAPE proveen actividad biológica al entregarse a la piel. Estos extractos actúan con capacidad de regeneración celular, lo que provee los beneficios observados en la piel.
¿Esta sustancia está aprobada para su uso en México?
El AAPE es una sustancia aprobada por COFEPRIS (el organismo regulador de productos y servicios sanitarios más importante en nuestro país). Está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration).
¿Es seguro?
El AAPE está envasado en condiciones de esterilidad y en liofilizado. Este tipo de almacenamiento bajo refrigeración impide de forma absoluta el crecimiento bacteriano y garantiza la seguridad del producto al colocarlo en la piel del paciente. Al ser extractos proteicos, no genera reacciones alérgicas o rechazo al producto.
¿Cómo saber si sirve?
El AAPE está respaldado por múltiples estudios científicos que avalan su seguridad. El AAPE es un producto de bioingeniería coreana y el AAPE es uno de los principales tratamientos de vanguardia en los países con mayores avances en biotecnología en Asia (Japón y Corea), donde dermatólogos y médicos aprobados para su aplicación lo ofrecen como una de las terapias con mejores resultados a los pacientes.
¿Cómo se aplica?
Se aplica mediante técnica de micropunciones (también conocida en inglés como «microneedling» o «dermapen»). Se aplica anestésico local previo en cada paciente y posteriormente se aplica mediante goteo y micropunciones en la superficie cutánea. El efecto inmediato es un enrojecimiento leve de la piel que puede ser visible hasta por 48 a 72 horas. El enrojecimiento es compatible con continuar las actividades de la vida diaria, sin necesidad de tomar días libres del trabajo.
¿Cómo se aplica AAPE?
La aplicación se realiza después de micropunción, proceso por el cual formamos micro canales en la superficie de la piel para que las proteínas activas puedan penetrar y hacer su efecto en la profundidad de la piel. Es un procedimiento sencillo de aproximadamente 40 minutos, no doloroso ya que se aplica anestesia tópica previamente, y con recuperación rápida que permite al paciente retomar su estilo de vida.
Un ciclo de tratamiento por año.
*Mínimo 3 aplicaciones y máximo 6 aplicaciones.
*Intervalos de 3-4 semanas.
*Resultados progresivos y duraderos (1 año).
*Permanecer cuatro horas con el producto sobre la piel (NO enjuagar, NO lavar).
*No exposición directa al Sol (uso de fotoprotector).
*No aplicar ningún medicamento tópico o cosmético en 24 horas.
Este tratamiento se centra en la pigmentación, el tono y la textura de la piel, las líneas finas y las arrugas, la piel caída, el acné y las cicatrices. Con el tratamiento de higiene facial con Nanopore, tendrás una piel más firme y suave al instante. ¡Este es su tratamiento!
La higiene facial con nanopore, es un tratamiento conocido por su asombrosa habilidad para estimular el crecimiento del colágeno y la elastina. Esto no sólo lo dejará radiante, sino que también puede reducir las cicatrices, los puntos negros, los poros abiertos, las líneas finas, la pigmentación y mucho más. Este tratamiento es capaz de mejorar la mayoría de los problemas cosméticos al proporcionar pequeñas cantidades de ingredientes activos directamente en la zona donde se necesitan.
Beneficios
El Nanopore, ofrece resultados reales en el rejuvenecimiento general de la piel y debido a la velocidad del dispositivo (mucho más rápido que los receptores de dolor de la piel), los tratamientos son rápidos y cómodos. No se requiere anestesia tópica.
La revolucionaria nanotecnología permite que los ingredientes activos, como el Retinol, penetren más profundamente en la piel donde más se necesitan. El tratamiento sólo tarda veinte minutos en completarse, no hay efectos secundarios agresivos en la superficie de la piel y la recuperación después del tratamiento también se reduce considerablemente.
¿Cuáles son los efectos secundarios del procedimiento?
La higiene facial con nanopore son procedimientos seguros y eficaces.
Cualquier efecto secundario menor usualmente desaparece en 24-48 horas, estos pueden incluir eritema, picazón, picazón de la piel. Es mínimamente invasivo con un tiempo de inactividad mínimo y requiere un cuidado posterior simple.
¿Cuándo ves los resultados?
Usted notará algún cambio leve directamente después del tratamiento, pero la mayoría se puede ver después de aprox. 2-3 semanas y estos resultados mejoran continuamente durante un período más largo. Nuestra piel se cura por sí sola aproximadamente cada 6 semanas, por lo que los cambios serán rápidos. Un ciclo de 3-6 tratamientos entre ellos es necesario para obtener resultados óptimos, pero las mejoras se observan sin duda después de un solo tratamiento.
¿Hay algún tiempo de inactividad después del tratamiento?
Su piel puede estar enrojecida después del tratamiento, junto con la tirantez de la piel y la sensibilidad leve, pero esto disminuye después de unas horas y después de un día la piel se verá completamente normal. Le daremos instrucciones y consejos para el cuidado posterior después de su tratamiento
Sin duda, uno de los signos del paso del tiempo que más nos preocupa a todos es la flacidez facial. Este problema estético, que afecta tanto al rostro como al cuerpo, consiste en la pérdida de firmeza de la piel causada por la disminución de las fibras de elastina y colágeno que proporcionan elasticidad y resistencia en los tejidos. Con los años, inevitablemente la producción de estas proteínas se reduce, pero además existen otros factores que precipitan la temida flacidez como el fotoenvejecimiento, el tabaquismo, la predisposición genética, las pérdidas de peso aceleradas o una vida sedentaria. Y como todos queremos corregir la flacidez, durante los últimos años los tratamientos médico-estéticos más demandados han sido aquellos destinados a conseguir un rostro bien definido y difuminar, en la medida de lo posible, los efectos de la edad.
Las opciones para combatir este problema son muchas y cada día surgen nuevos tratamientos, pero ¿realmente es posible conseguir un efecto lifting sin pasar por el quirófano? La respuesta es sí, gracias a la revolucionaria técnica médico estética de los hilos tensores faciales o “hilos mágicos” podemos luchar contra la flacidez y reafirmar la piel estimulando los tejidos internos sin dolor ni cirugía.
Aunque puede parecer un tratamiento novedoso hace muchos años ya se utilizaban hilos de oro para tensar la piel, sin embargo, la técnica actual no tiene nada que ver con los antiguos hilos que podían provocar problemas de rechazo. “Los hilos tensores faciales están hechos de un material reabsorbible y biocompatible que se llama polidioxanona (PDO), es un tipo de sutura que se utiliza desde hace años, en cirugía cardiaca, por lo que está más que probada su seguridad. Nuestro cuerpo los reabsorbe entre 6 y 12 meses dependiendo de su grosor”.
El tratamiento consiste en la colocación de estos hilos dentro de la piel mediante una aguja muy fina y formando una especie de malla, situando algunos hilos en una dirección y otros cruzados en sentido contrario. Al no necesitar anclaje su colocación es muy rápida. Se los conoce como hilos mágicos por su doble efecto, tensan y redensifican la piel gracias a la estimulación de la producción de colágeno.
“Estos hilos han ido evolucionando hasta aparecer los hilos espiculados. La ventaja de estos es que además de la estimulación del colágeno nos permiten tensar y recolocar los tejidos. Los hilos espiculados van montados dentro de una cánula, que es una aguja que no tiene punta, lo que hace que su colocación sea muy poco traumática, disminuyendo mucho el riesgo de aparición de hematomas. Una vez colocado se retira la cánula y se masajea para que las espículas se enganchen en la piel, tiramos del hilo hasta reposicionar los tejidos y se corta el sobrante”.
Los resultados son progresivos y logran un efecto lifting muy natural, no cambia la expresión de la cara tras el tratamiento y mejora la calidad de la piel. La doctora precisa que “aunque el efecto tensor es visible desde el primer momento, la mejoría aumenta en los primeros meses cuando además del efecto mecánico se suma la estimulación de colágeno”.
Antes de llevar a cabo cualquier procedimiento es necesario que nuestros médicos estéticos realicen una valoración profesional y diseñen el tratamiento específicamente para cada paciente. Estudian el problema que se quiere tratar y el estado de la piel (fisonomía, edad, grado de flacidez), y evalúan el número de hilos faciales necesarios en una primera consulta. Generalmente, los hilos tensores están indicados para personas a partir de los 35 años que quieren mejorar y prevenir la flacidez y no se recomiendan en pieles muy envejecidas.
Los principales efectos secundarios son dolor pasajero y edema que remite en pocos días pero también pueden aparecer hematomas si se rompe algún capilar. Aunque el efecto se mantiene aproximadamente un año, después de aplicar los hilos tensores nos aconseja completar el tratamiento con otros como la mesoterapia con plasma rico en plaquetas o los rellenos con ácido hialurónico.
El ácido hialurónico es uno de los ingredientes de más éxito en cosmética y en medicina estética. Y aunque algunos productos a veces se vuelven muy populares para luego decaer o pasar a segundo plano, la investigación ha ido demostrando en los últimos años que los beneficios del ácido hialurónico no son pasajeros ni fruto de una moda, sino que han llegado para quedarse. La razón: es uno de los mejores ingredientes para cuidar y rejuvenecer la piel.
Y todo el mundo sabe alguna cosa de él, pero ¿sabemos realmente qué es y cuáles son sus principales beneficios?
A modo de definición, el ácido hialurónico es un polisacárido del tipo de glucosaminoglucano. En otras palabras: es un tipo de azúcar.
Y lo primero que debemos saber es que se encuentra de forma natural en nuestro organismo, especialmente en la piel. Y que actúa para asegurar su estabilidad y mantenerla protegida y renovada constantemente.
También está presente en otros organismos o tejidos de nuestro organismo, como, por ejemplo, las válvulas cardíacas, el pulmón, la aorta, el tejido esquelético, la próstata, el cordón umbilical, el líquido sinovial o el humor vítreo.
En las células, el ácido hialurónico se produce a través de la acción de unas enzimas, llamadas ácido hialurónico sintetasas, que se hallan en la parte interior de la membrana celular.
Sus propiedades son espectaculares, ya que tiene una impresionante capacidad para retener la humedad: ¡una sola molécula puede contener hasta 1.000 veces su propio peso en agua! Otro dato interesante para comprobar su espectacular poder: un gramo de ácido hialurónico puede contener hasta seis litros de agua.
Parece magia, sí. Y es el motivo por el cual ayuda a mantener hidratada nuestra piel. Eso explica por qué los sueros y cremas cosméticas llevan ácido hialurónico. Además, como está presente de forma natural en el organismo, es muy bien tolerada por la piel.
Una piel bien hidratada es más firme y tiene un brillo más luminoso. En cambio, una piel deshidratada aparenta mayor opacidad, le falta brillo y aparece más holgada. Por otro lado, el ácido hialurónico actúa como una esponja, capaz de retener grandes cantidades de agua en la piel, y así le aporta volumen, además de reducir las arrugas y disimular las líneas de expresión y revitalizar las capas superficiales externas de la piel.
Al mismo tiempo, el ácido hialurónico aporta una apariencia saludable a la piel, por lo que se pueden resumir aquí sus principales beneficios:
La capacidad del ácido hialurónico de retener la humedad es de gran relevancia para tratar el envejecimiento de la piel. Cuando somos jóvenes, nuestra piel retiene el agua y mantiene un equilibro adecuado de humedad.
Sin embargo, con el paso del tiempo, y especialmente una vez cumplidos los 35 años, la producción natural del ácido hialurónico se reduce y provoca pérdida de firmeza y volumen, produciéndose un envejecimiento de la piel.
Además, la exposición al sol sin protección y los factores climáticos o ambientales debilitan la superficie de la piel, causando un envejecimiento prematuro. Para evitarlo, se deben utilizar cremas protectoras con filtros solares lo más altos posible, así como cuidar la piel evitando ingredientes agresivos.
De todos modos, la capacidad antioxidante del ácido hialurónico y sus propiedades rejuvenecedoras ayudan a mitigar, en buena medida, estos problemas, sobre todo si forma parte de la rutina diaria en el cuidado de la piel.
En cosmética, el ácido hialurónico se ofrece en diferentes formatos, pero está presente principalmente en cremas, sérums, sueros o comprimidos.
La piel tiene diferentes necesidades en función de la edad, los genes, el estilo de vida. A ello se suma el paso de los años.
Habitualmente, los cambios en la piel empiezan a notarse a partir de los 30 años. A partir de esa edad, se pueden notar los primeros signos de envejecimiento de la piel, como la marca de algunas líneas de expresión y la aparición de las primeras arrugas.
Para contrarrestarlo, es útil recurrir a los beneficios del ácido hialurónico, que ayudará a rellenar las arrugas y a recuperar el aspecto joven.
A partir de los 40, el principal problema de la piel es la flacidez y la pérdida de volumen, así como la reducción de los contornos faciales.
Con la llegada de los 50, la preocupación se centra en dos problemas básicos de la piel: la pérdida de elasticidad y la profundización de las arrugas.
En ambos casos, para solucionar los problemas que aparecen a partir de los 40 y 50 años, es recomendable recurrir a una crema facial de día con ácido hialurónico, que permitirá corregir los efectos del envejecimiento, hidratando la piel y ayudando a rellenar las arrugas.
Al mismo tiempo, antes de ir a dormir, será importante aplicar una crema de noche tras el tratamiento diario de limpieza facial.
¿Qué es la toxina botulínica o bótox?
La toxina botulínica, conocida habitualmente como bótox, es una sustancia química que «actúa sobre las células musculares y bloquea su actividad, paralizando el músculo». El bótox es una molécula presente en la naturaleza, producida por una bacteria: clostridium botulinum. Esta bacteria causa el botulismo, que se caracteriza precisamente por la parálisis muscular.
Después de estudiar las propiedades de esta molécula y su forma de actuar, los expertos consideraron que podía utilizarse para modular la capacidad de contracción de ciertos músculos. Se obtendría así un beneficio médico y, a partir de aquí, se inició la síntesis de esta molécula en laboratorio.
En el campo de la medicina estética se utiliza la toxina botulínica para evitar que ciertos músculos se contraigan, lo que bloquea o minimiza su capacidad de movimiento. Modula así también los movimientos de la piel, y evita la formación de arrugas de expresión».
El bótox es utilizado básicamente para el tratamiento de arrugas de expresión en el tercio superior de la cara: «frente, entrecejo y patas de gallo».
Es a partir del tercer o cuarto día desde su aplicación cuando el bótox empieza a hacer efecto.
En primer lugar, para entender cómo actúa el Botox en el paciente, debemos identificar los dos tiempos de arrugas:
Es sobre las dinámicas que actúa la toxina botulínica. Si paralizamos en mayor o menor medida la actividad de ciertos músculos, limitamos también la mímica facial repetida y la formación e identificación de las arrugas dinámicas o «de expresión».
«Si se utiliza el bótox correctamente, el paciente puede seguir expresándose con naturalidad pero de forma menos intensa y forzada, con lo que prevendrá que la piel se arrugue. El bótox hará que las arrugas de expresión no vayan a más y se suavicen poco a poco, ya que el paciente tendrá una expresión más relajada.
La toxina botulínica perderá su efecto con el paso del tiempo, como sucede con cualquier sustancia biológica. Cuatro meses después de aplicarla, la toxina botulínica o bótox empezará a perder efecto, y a los 6 meses ya será prácticamente inexistente. «transcurrido ese tiempo, el músculo recuperará su actividad, la expresión restaurará su intensidad y las arrugas volverán, por lo que tendremos que aplicar de nuevo el tratamiento entre los 4 y 6 meses. Si no lo hacemos recuperaremos la movilidad muscular previa y, con ello, el estado inicial de esas arrugas de expresión que queremos tratar».
Legalmente, el bótox solo puede aplicarse en el tercio superior. Hay algunos doctores que lo utilizan para tratar arrugas de alrededor de la boca o en el cuello (el «cuello de nefertiti» es como se denominan aquellas arrugas en el cuello cuando la piel está muy envejecida). La legislación así lo contempla ya que no hay estudios formales sobre su aplicación con finalidades estéticas en otras zonas de la cara. No obstante, si lo realiza un profesional cualificado, la aplicación en esas zonas puede dar resultados son muy satisfactorios.
La toxina se aplica mediante punción en una serie de puntos que la vehiculan sobre los músculos concretos sobre los que queremos actuar. La inoculación se practica con aguja fina de manera totalmente indolora ya que, previamente, en los puntos de punción se aplica una crema anestésica.
La toxina botulínica no da volumen. «Muchos pacientes se confunden y, aunque quieren aplicarse la toxina botulínica, dicen que no quieren verse la cara hinchada”. No debe confundirse la toxina botulínica con el ácido hialurónico. La toxina botulínica nunca hincha la cara, sino que como ya hemos dicho, actúa sobre el músculo impidiendo su contracción.
No es posible generalizar ya que hay muchos tipos de pacientes: algunos empiezan a marcar arrugas de expresión desde muy jóvenes y empiezan a tratarse a los 30 años, mientras que otros no empiezan hasta una edad más avanzada.
Dado el carácter preventivo del tratamiento, es muy adecuado hacerlo de manera temprana, ya que contribuirá a minimizar la progresión de las arrugas. La acción continuada del botox va reduciendo las arrugas pero, cuanto más marcadas estén, más costará que estas se suavicen y difícilmente las hará desaparecer.
Si las arrugas son muy marcadas, se recomienda un tratamiento en dos tiempos:
Se aplica con una aguja muy fina (30 gauges) que prácticamente ni se nota en una serie de puntos. El tratamiento es indoloro, dura unos 15 minutos y se actúa en determinados grupos musculares (identificados durante la evaluación de cada paciente).
En esta evaluación, el paciente gesticula, levanta las cejas, frunce el ceño, pone cara de enfado o sonríe fuerte. Esto permite identificar las arrugas de expresión y concretar sobre qué puntos se aplica la toxina.
Hay que tener en cuenta que la interacción de los músculos frontal, corrugadores y procerus, dependiendo de la disposición anatómica de los fascículos de fibras en los diferentes músculos, da lugar a un buen número de estados emocionales. Por ejemplo:
En el caso de las patas de gallo, el origen se deriva de la contracción de la porción externa del nervio orbicular. A medida que pasan los años se pierde elasticidad en la piel, las arrugas quedan marcadas incluso en reposo.
La posición de las cejas es también importante. Dependiendo del balance de “parálisis” muscular que condicionemos sobre las músculos, podemos modular la altura de las cejas. De esta forma, si debilitamos en exceso la acción del músculo frontal podemos generar un cierto descenso de la altura de las cejas, esto es relativamente aceptado en el caso de los hombres. Contrariamente, en las mujeres, este hecho condiciona un efecto negativo ya que da lugar a un aspecto envejecido. La ceja en la mujer debe estar por encima del arco supraorbitario manteniendo una línea ascendente de dentro hacia fuera; la pérdida de esa línea ascendente es sugestiva de envejecimiento.
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